
Comúnmente a Gene Simmons se le relaciona con dos adicciones: al sexo y al dinero. El sexo ha venido fácil desde que decidió colgarse un instrumento y ser parte de una banda, pero con el dinero es un asunto distinto. Gene viene de orígenes muy humildes y poco a poco su madre vio la manera de sacar a ambos adelante, por ello en cuanto Gene pudo hizo toda clase de trabajos desde hacer tareas para sus compañeros, repartir periódicos, etc. De sus ganancias gastaba lo mínimo y todo lo demás lo ahorraba.
Este comportamiento lo llevó a tener una solvencia económica que años más tarde ayudaría a el arranque de la carrera de KISS, Gene le prestaba a todos, Paul, Ace, Peter, incluso a Bill Aucoin. Muy probablemente si Gene no hubiera tenido sus ahorros, la banda no habría podido despegar.
Pero regresando a los inicios, cuando su madre Flora comenzó a ver que Gene quería tomar en serio el ser músico, se preocupó y le hizo prometer que tendría una opción B, lo cual sería terminar una carrera, de esa manera si la música no funcionaba, tendría otra forma de ganarse la vida. Gene aceptó y terminó una Licenciatura en Educación en el Sullivan Community College. Con la promesa cumplida Gene tenía el camino libre para irse a buscar suerte en la música, pero en lugar de traer colgada una guitarra todo el tiempo decidió comenzar a buscar trabajo para ocuparse en el día y seguir sus aspiraciones en la industria de la música por las tarde/noches. Es aquí cuando llega el siempre comentado trabajo de maestro.
Gene enseñó sexto grado en la Escuela Pública #75 en Brooklyn, Nueva York, pero su estancia fue muy corta. A menudo Gene menciona que no le gustaba ese trabajo y decidió salir porque él quería una audiencia que lo aplaudiera, y desde luego, en un salón de clases es poco usual que las clases terminen con ovaciones al maestro.




Realmente existe otra versión. Gene quiso ser un maestro fuera de serie y notaba que los alumnos no ponían atención, no se lograban relacionar con todo lo visto en clase por que no había ningún enlace entre ellos y los sujetos en los libros de historia. Así que un buen día, en lugar de usar literatura clásica para enseñarles a hacer reportes de libros, trajo consigo algo que sabía que a todos los niños les gustaba: Spiderman, el número 36 para ser exactos. A sus jefes y a los padres de familia esto no les hizo gracia, sin contar que ya se le había descubierto metiendo su guitarra a la escuela para tocarles canciones de The Beatles. Sí, justo al estilo de la película School Of Rock. Esto llevó a su salida prematura como maestro, sólo duró seis meses.
Pero no se preocupen, que el futuro le trajo algo mucho mejor al pequeño judío con grandes sueños ¿Adivinan?
El resto es KISSTory