En 1974, con KISS apenas dando sus primeros pasos, Paul Stanley decidió hacer un pequeño cambio en su piel. Fue el 01 de Junio, cuando la banda estaba por dar un show en el Winterland Ballroom en San Francisco, California. Todos se encontraban desayunando, cuando de un momento a otro Paul Stanley se paró y sin decir palabra alguna fue a un local cruzando la calle dispuesto a tatuarse.
Escogió una rosa, y mientras se la estaban haciendo hizo una promesa: jamás volverse a hacer otro tatuaje, sabía que para muchos es una adicción imparable, así que quería hacer un pacto consigo mismo de que era el primero y último. En cuanto al artista que puso la tinta en la piel de Stanley, no fue cualquiera… Se trató ni más ni menos que de Lyle Tuttle, personaje revolucionario en el mundo del tatuaje famoso por haber pasado en sus manos celebridades como Janis Joplin, Cher, Henry Fonda, Jo Baker, entre otros. Lo curioso es que Lyle nunca supo a quién estaba tatuando, y jamás se le ocurrió que esa rosa se volvería tan famosa (recordemos, eran los inicios de KISS y desde luego fue sin maquillaje), supo de nuevo de su creación hasta que Paul lo mencionó tiempo después en una revista.
En el 2017 Paul Stanley tuvo que retocar su famoso tatuaje, esta vez con Kim Saigh de la popular serie de TV LA INK. La rosa ha sido reproducida por millones de fans en el mundo entero, ya sea en la forma tradicional, o hasta con los tatuajes de agua que venían en el disco Alive II.
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